sábado, 10 de octubre de 2009

SE NOS FUE LA NEGRA Y CUÁNTO LA VAMOS A EXTRAÑAR


Se nos fue la “Negra”, la Mechita; aun brillaba la estrella fugaz de esperanza y justicia social que tenía como tema fundamental sus dolorosas y gratificantes canciones ( gracias a la vida / que me ha dado tanto / me ha dado la risa / y me ha dado el llanto…) los viejos amigos de la Sociedad de los Poetas Muertos ya no entonarán las luchas hechos versos en las inconmensurables voces de las mañanas con tardías y frescas reminiscencias de juventudes de resistencia contra el fascismo fujimorista, el lavado de banderas en los parques y el ingreso agresivo de las bombas lacrimógenas en los ojos y los pulmones, exhaustos, amoratados pero felices, cumpliendo la función existencial por un mundo nuevo.
Y las melodías de la Negra seguía animando las tardes de bohemia y poesía frente a la universidad, donde solíamos aprender más de lo necesario, descubrir en cada estudio lo misteriosa que es la vida, llorar desesperados gritándole a Dios que nos regale de su tiempo para poner un tanto de atención a su creación, recordarle que la injusticia…es un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente…
Ya estas Negrita con tu más ferviente admiradora, Flor de María Ayala quien cantaba en cada nostalgia cono la mesías “Alfonsina y el mar” Dale nuestros saludos y dile que seguimos detrás de la literatura con fervoroso acento y diáfana estrella, que sus alumnos también la extrañamos. ( …y si llama él no le digas que estoy dile que Alfonsina no vuelve… te vas Alfonsina con tu soledad / que poemas nuevos fuiste a buscar / una voz antigua de viento y de sal / te requiebra el alma y la está llevando / y te vas hacia allá como en sueños / dormida Alfonsina vestida de mar)
Si, nos has acompañado en nuestro crecimiento y nuestra madurez, como tú solías decir “El tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos”, seguimos buscando la unidad de gentes como tu gran proyecto de …todas las voces, todas las manos todas, toda la sangre puede ser canción en el viento, canta conmigo canta, hermano americano, libera tu esperanza con un grito en la voz…
Pero nos dejas tu esperanza pues tú no has muerto, pues tus gritos silenciosos están retumbando nuestras tardes y noches de depresión, como ahora, cuando escribo esto voy escuchando: Tantas veces me borraron / tantas desaparecí / a mi propio entierro fui triste y llorando / hice un nudo del pañuelo / pero me olvidé después / que no era la única vez / y seguí cantando…
Seguirás entre nosotros recordándonos que debemos buscar esa cosa pequeñita que se llama libertad aunque se calla el cantor seguiremos escuchándote con lágrimas y sueños pues ahora que soy maestro, entiendo más aun tu vocación en el canto.
Lo que puede el sentimiento no lo ha podido el saber / ni el más claro proceder ni el más ancho pensamiento / todo lo cambia el momento cual mago condescendiente / nos aleja dulcemente de rencores y violencia / solo el amor con su ciencia nos vuelve tan inocentes
Se nos fue la Negra, ya nos hace falta y Dios Santo ¡Cómo la vamos a extrañar!

El amor es torbellino de pureza original hasta el feroz animal susurra su dulce trino detiene a los peregrinos libera a los prisioneros el amor con sus esmeros al viejo lo vuelve niño y al malo solo el cariño lo vuelve puro y sincero
De par en par la ventana se abrió como por encanto entró el amor con su manto como una tibia mañana al son de su bella diana hizo brotar el jazmín volando cual serafín al cielo le puso aretes y mis años en diecisiete los convirtió el querubín

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